- Gonzalo, acabo de leer el último informe. Joder, no me lo quería creer, pero parece que sí, que es verdad. 800.000 tests hechos a 10.000 sustancias químicas en minutos.
- Sí, Pablo. Yo estoy igual. Todo el departamento de contabilidad ha comprobado los números mil veces. Nos ahorramos veinte millones por producto. Veinte millones, así, ¡Paaam!
- Por fin ha llegado este día. Ya era hora de que saliera algo así, joder. Tanta tecnología y nosotros ahí teniendo que pasar por los laboratorios de animales.
- Sí, ya empezaba a cantar la cosa. ¡Estamos en el siglo XXI! Si lo piensas bien, meterles cosas a los bichos para saber la "toxicidad" de algún ingrediente es un despropósito.
- Ya… Pero ¿qué querías hacer? Las cosas son así, Gonzalo. No íbamos a probar con humanos ¿no? Ostia puta, es que al final tendremos que darles las gracias a los animalistas estos. Mira que llevan años a las puertas de Vallor exigiendo que dejemos de experimentar con animales.
- Tienes razón. Cada día hay alguien. No sé cómo han aguantado tanto. ¡Cada día! Con frío, calor, lluvia, lo que sea. Miras por la ventana y siempre hay alguien con un cartelito. Qué gente… ¿Por qué les importa tanto lo que hagamos o no hagamos si a ellos no les afecta lo más mínimo? ¡Como si no tuviesen otras cosas que hacer que aburrirse ahí plantados!
- Sí, sí, son unos interesados que solo quieren dar la nota. Pero oye, qué bien nos va a venir. Ahora nos vamos a colgar la medallita gracias a ellos. Esto lo vamos a petar. Vamos a hacer una campaña de márketing que flipas. Ya veo los titulares por todas partes: "Vallor se suma a la defensa animal y abandona la experimentación con animales". ¿Qué te parece?
- Me parece que estás inspirado.
- Joder, ¿cómo no estarlo? Nos vamos a ahorrar veinte millones por producto, Gonzalo, ¡veinte millones!
- Sí, y sin tener que esperar semanas para que nos den resultados…
- Exacto. Es que llegaban a probar la misma sustancia química docenas de veces a ver si el conejo lloraba mucho o poco.
- La normativa es la que es, Pablo, no te sientas culpable de nada.
- Nooo, no. ¿Culpable de qué? La de medicamentos que hemos sacado que han mejorado la vida de la gente…
- Sí, mejor pensar eso, que todas esas pruebas han servido para algo.
- Ya, pero en realidad, sabes que no servían para nada ¿no? Las pruebas en animales no nos informaban de nada que no supiésemos. ¿Y la de veces que tuvimos que retirar sustancias porque las ratas morían, pero los conejos vivían? A la que repetías un experimento con varias especies, por muy modificadas genéticamente que las pidieras para ajustarlas al resultado que buscabas…nada. Cada especie te daba unos datos diferentes a la otra.
- Bueno, eso de probar lo mismo en varias especies no lo solíamos hacer mucho ¿no?
- Qué va, no trae más que problemas y es un gasto extra. Lo hicimos para casos puntuales, para intentar probar nuevas estrategias, pero fue un error. No sirvió de nada.
- Parece mentira que hayamos invertido tanto dinero en dar palos de ciego…
- Sí. Como cuando alguna sustancia descartada en animales se la habíamos llevado a los de Inteligencia Artificial para hacer simulaciones y resulta que era apta para humanos. Joder ¿por qué no habremos apostado antes por métodos sin animales? Habríamos empezado a ahorrar y a ganar millonadas mucho antes…
- Pues no lo sé, Pablo, igual tendríamos que haber escuchado antes a los animalistas.
- Jajajajajajajaja…sí, ¡igual sí, Gonzalo! En fin…
Relato basado en esta noticia.
La fotografía de este artículo es de Laura Muñoz @unbichoinquieto
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