Soy nueva en el mundo de las redes y de los blogs y todavía estoy en periodo de estudio y observación de las reglas y del comportamiento de sus seres digitales. Pero he podido comprobar durante mi primer año aquí metida, que el silencio se hace notar en verano. Se agradece un descanso de la presencia que se vuelca como cascada sin pausa durante el resto del año.
Todavía no puedo decir que haya consolidado mi trayectoria en Twitter e IG, puesto que mi nivel de intervención es muy bajo e irregular, justo lo que no gusta a los algoritmos. Sin embargo, antes de entregar mi tiempo a este mar inmenso que permite una infinita exploración, quería sumergirme en las olas, conocer las aguas y rodearme de cuentas que me den oxígeno y no sean anclas que me hundan en la dificultad y me alejen de mi propósito.
Recordemos, ¿cuál es mi propósito? Seguir alimentando papeldelija.net. Compartir mis reflexiones con el mayor número de personas. Remover pensamientos, recoger críticas, crecer con los comentarios de quien quiera sumarse a la reflexión y tal vez conseguir darle una lijada al mundo; es decir, hacer añicos algunas de esas ideas malvadas, mentirosas y corrosivas que corren por ahí.
Seguiré creando Reflexiones en pandemia, artículos de opinión y relatos. Aunque también pretendo añadir contenido nuevo que estoy preparando. Hay mucho por lijar y otoño es el momento ideal para recuperar el ritmo. Esta estación de finales e inicios es especial y hay que aprovecharla al máximo. Así que, ¡manos a la obra!
Un saludo,
Laura Muñoz,
La fotografía de este artículo es de Laura Muñoz.
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