Menos mal que por fin puedo respirar tranquilo. He pasado mucho tiempo escondido, buscando mi camino. Pero ahora ya puedo vivir como los demás, con acceso a sustento. A veces olvidamos que es un lujo, además de una necesidad. De momento voy pasando de cuerpo en cuerpo sin demasiada dificultad y estoy muy agradecido, porque esto hace que mi misión sea mucho más llevadera. Sé que no podré quedarme mucho tiempo, pero nadie elige cuándo viene ni cuándo se va de aquí. Así que voy a hacer como los demás seres astutos que tienen esto en cuenta y le sacan el máximo jugo a esta aventura.
Empecé mi actividad en un país vasto en superficie, pero con una densidad de huéspedes abrumadora. Tuve muy buena bienvenida. Pude expandirme cómodamente y aproveché bien la oportunidad. Un estornudo nunca resultó ser tan útil. Siento haber causado cierto caos, al ser nuevo en el sector. Es sorprendente lo poco que se sabe ahí fuera sobre mi naturaleza. Me sabe mal, pero hasta que no cumpla mi misión, lucharé para no desvelar toda mi identidad. Mi vida tiene un objetivo, un cometido y no puedo irme sin haberlo conseguido. Sería como haber vivido para nada.
Pensando en mi trayectoria hasta ahora, creo que estoy cerca de la meta. He llegado a países que ni siquiera me planteé alcanzar. He conseguido notoriedad suficiente como para que todos los humanos afectados me presten atención y cambien sus hábitos para evitarme. Ellos eran mi target y estoy humildemente agradecido por todos los esfuerzos que hacen por observar mi actividad, cada paso que doy y las consecuencias que pongo en marcha.
Mi país de origen ha sido totalmente transformado. El Gobierno ha impuesto una especie de cuarentena domiciliaria, aunque a mí me parece más bien unas merecidas vacaciones; con subvenciones y tiempo libre para pensar, para reflexionar sobre sus vidas, tranquilamente en sus casas. Millones de personas pueden por fin tomarse su tiempo para leer, ver buen cine en sus pantallas, hacer manualidades, bricolaje, jardinería, o incluso algún curso online. ¡Aunque también pueden descansar! Debe ser una pasada estar en cuarentena…
Espero no llegar a aquellos que realmente están aprovechando el tiempo de esta manera, aunque no siempre tengo claro en qué cuerpo caigo. Tengo cierto margen de maniobra, pero a veces me es muy difícil esquivar a algunos. Si no siguen los consejos oficiales, me tientan demasiado y no consigo reprimir mis virtudes. Soy fuerte, resistente y buen viajero.
De todas maneras, como decía, creo que estoy haciendo un buen trabajo. No solo he logrado esa medida de cuarentena, sino que gracias al cese de actividad humana, la contaminación se ha reducido un 25% en esa zona y un 3% en el mundo entero. Estoy muy orgulloso de ver que mi misión se cumple poco a poco. Es un placer ver tu esfuerzo y tu labor recompensados con los resultados esperados. Soy feliz.
Podría irme ya, pero para eso tendría que acabar yo mismo con mi vida. Y ¿por qué iba a hacer eso? Si soy quien más merece vivir por traer paz a este mundo extraordinario. Yo he puesto fin a lo que sobraba; el estrés y la obsesión por producir más sin tener en cuenta que los recursos son finitos. Este mundo empieza a descontaminarse y a reconfigurarse gracias a mí. Además, estoy ofreciendo una oportunidad a los humanos para que re-valoren sus vidas.
Si salen de esta, seguro que se quedan con algunos nuevos hábitos como la reflexión. Tal vez incluso aprendan algo más allá y exijan un cambio hacia un sistema social de bienestar, con espacio para la igualdad de derechos y obligaciones. Cando vi a qué extremo había llegado la indiferencia, el individualismo egoísta, la falta de conciencia colectiva y el nivel de injusticia…decidí actuar. Tenía el poder de hacerlo y lo he hecho. Les estoy ayudando a cambiarlo todo, ¡soy un nuevo comienzo!
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, pierdo ventaja y me delato con mis trucos y mutaciones. Sé que las cosas se van a complicar y me tocará luchar por llegar todo lo lejos que pueda. Espero que se den cuenta y entiendan mi mensaje antes de que consigan hacerme desaparecer. Confío en que mi misión siga su curso sin mi presencia.
Sí, a pesar de las monstruosidades que han sido capaces de hacer, soy optimista y creo en la inteligencia humana. Les deseo éxito, aunque solo sea por esos humanos que me han escuchado y parece que se acuerdan de lo que significa vivir en un mundo de todos.
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