Dos barcos que transportaban vacas y terneros han pasado más de dos meses navegando por el Mediterráneo sin destino, ya que la transacción comercial de los cerca de 3.000 individuos a bordo fracasó. Ningún gobierno intervino para rescatarlos y quedaron a la deriva como una mera mercancía rechazada por todos. Ni siquiera pudieron parar para reponer comida ni agua suficientes. Finalmente, volvieron a origen, al puerto de Cartagena, España. Debido al estado de salud deteriorado y a las condiciones higiénicas deplorables en las que se encontraban, el gobierno español decidió que debían ser “destruidos” y procedieron a matarlos a todos.
Anteriormente, en noviembre de 2019 se hundió un barco en el Mar Negro, frente a las costas de Rumanía, cargado con 14.600 ovejas, de las cuales consiguieron salvar alrededor de 200. Recientemente, el Canal de Suez estuvo bloqueado por un barco encallado durante 6 días. Como consecuencia, más de 400 barcos permanecieron parados, a la espera durante casi una semana. Entre ellos 20 barcos transportaban alrededor de 130.000 animales vivos. De nuevo escaseó la comida y el agua de reserva.
El Ministerio de Agricultura presentó un informe veterinario sobre el estado de los terneros que viajaron a bordo del buque ‘Eibeik’, el segundo barco que tras casi tres meses a la deriva volvió a Cartagena. Por lo visto, 179 terneros habían fallecido y, según la declaración realizada ante la Guardia Civil por el capitán del barco, fueron descuartizados y lanzados al mar. El resto de animales estaban hacinados y compartían espacio con los cuerpos sin vida de sus compañeros. Hundidos en la acumulación de sus propias heces y orina, además de la sangre de sus heridas, sin posibilidad de tumbarse ni descansar, respirando un aire tóxico. Muchos presentaban fracturas en las extremidades y la cornamenta. La mayoría estaban deshidratados y famélicos. Esto nos da una idea de cómo son las condiciones de transporte de animales en barco y de las consecuencias de un retraso de la llegada a su destino.
Esto es parte de un artículo publicado en Infoanimal, en el diario El Salto. Para seguir leyendo, clica en este enlace...
La fotografía es de FOUR PAWS | Aitor Garmendia.
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